El Tribunal de Apelación de Catania (Italia) ha resuelto que los ministerios de Defensa y de Transporte del país deberán abonar 20.000 € a Danilo Giuffrida en concepto de indemnización. A este joven le retiraron el permiso de conducción después de revelar su homosexualidad durante un reconocimiento médico.
Los hechos se remontan a 2005. Giuffrida acudió a una revisión para el servicio militar y al término de la misma declaró ser gay. El hospital de Augusta comunicó a la oficina de tráfico que el joven no estaba “en posesión de los requisitos psicofísicos demandados” para conducir. Su permiso le fue entonces retirado hasta repetir el examen médico. Tras superarlo, le fue concedida una renovación durante un año, en lugar de los diez habituales, aduciendo los mismos motivos.
Giuffrida recurrió al Tribunal Administrativo Regional (TAR) de Catania, el cual condenó en 2008 a los ministerios implicados a indemnizar al joven con 100.000 €. La sentencia explicaba que “el comportamiento de las dos administraciones parece incurrir en una evidente discriminación sexual de Giuffrida y en un evidente desprecio de los principios constitucionales. El comportamiento de los dos ministerios ha ocasionado un grave daño y sufrimiento por la humillante discriminación sufrida“. Según la misma, la homosexualidad “no puede considerarse una verdadera y propia enfermedad física, siendo simplemente un problema de la personalidad” que podría “justificar la exención del servicio militar” pero no “la adopción de posteriores medidas desfavorables“.
Tras ser eliminada la condena por discriminación y violación de los principios constitucionales, la indemnización se ha fijado finalmente en 20.000 €. Ante ello, el abogado de Giuffrida ha presentado un recurso a la Corte de Casación pidiendo la anulación de esta segunda sentencia por omitir motivaciones y cuantificar erróneamente el daño moral infligido. Ha explicado que “es una locura que los gustos sexuales de una persona hayan sido considerados como un inconveniente frente a su capacidad para conducir un vehículo“.
Por su parte, Aurelio Mancuso, de la asociación LGTB Arcigay, ha declarado a propósito de la sentencia que “en este país donde los derechos civiles de los homosexuales, pero también de los inmigrantes, los discapacitados, las mujeres y muchas otras personas son pisoteados diariamente, las sentencias ejemplarizantes son necesarias“. “Sólo en Italia“, ha añadido, “se retira el permiso de conducción a alguien por ser gay“.
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